Generadores de dióxido de cloro

El dióxido de cloro es un desinfectante químico de elevadas características, su elevada solubilidad en el agua, incluso a temperaturas muy elevadas, incrementa su rendimiento y disminuye los costes. El dióxido de cloro es un desinfectante sumamente eficaz para los tratamientos y la desinfección final de agua potable. Es muy efectivo y persistente en su efecto desinfectante en tuberías de larga distribución, porqué proporciona un residuo muy duradero.

No tiene competencia en el control y prevención de películas biológicas o sarro en tuberías y tanques con agua. Es el mejor desinfectante para el control de la Legionella y organismos asociados. En laboratorio y en campo se ha comprobado que el ClO2 realmente elimina y controla la Legionella además de eliminar biopelículas, algas, amebas, hongos y moho, que son los que proveen los medios de propagación y escondites a la bacteria de la legionella.

Ofrece resultados muy positivos para la industria alimentaria en el lavado microbiológico de las botellas utilizadas para almacenar alimentos y bebidas, lavados de tipo CIP (“Cleaning in place”), pasteurizadores, refrigeradores, autoclaves, tratamiento del vapor y es idóneo para ser usado en el tratamiento del agua de lavado de frutas, verduras, tubérculos, legumbres, etc.

Amplía considerablemente el período de validez (retrasando la fecha de caducidad) de los productos alimenticios a los que se les ha aplicado, además de protegerlos contra la salmonella.

El dióxido de cloro es un desinfectante sumamente eficaz para los tratamientos y la desinfección final de agua potable. En el pretratamiento, precipita de forma efectiva el hierro y el manganeso, a la vez que facilita la floculación. También elimina olores y sabores, así como los precursores de subproductos desinfectantes, como los trialhometanos (THM).

Es muy efectivo y persistente en su efecto desinfectante en tuberías de larga distribución, porqué proporciona un residuo muy duradero.

No reacciona con sustancias orgánica presentes en el agua y no forma trialhometanos ni ácidos haloacéticos (HAA), que suele formar el cloro y que son muy prejudiciales para la salud. El dióxido de cloro oxida con total seguridad fenoles, cianuros, aldehídos, mercaptanos, algunos pesticidas, además de los compuestos sulfúricos reducidos Sus propiedades oxidantes y desinfectantes son eficaces en un amplio rango de Ph (desde 4 hasta 10).

Se utiliza con óptimos resultados para el lavado químico del aire en los sistemas de desodorizacion del aire (Scrubber) de plantas depuradoras de aguas residuales e industrias. El dióxido de cloro es muy efectivo en los tratamientos de los sistemas de refrigeración con agua, por su elevada acción bactericida. Además, evita las incrustaciones y controla los fenómenos de corrosión en los circuitos.

En el Reino Unido, el ClO2 ha sido recomendado por la Building Services Research and Información Association (BSRIA), como la mejor tecnología disponible para el control y la prevención de la legionella en los sistemas de agua de refrigeración.

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